miércoles, 2 de septiembre de 2009

Correo rechazado, correo aceptado.


¿Ha escrito, querido lector, una carta? ¿Ha recibido una que sea inesperada o sorpresiva? El sólo hecho de abrir el sobre, desdoblar las hojas y leer es tremendo y emocionante. También lo es redactar y buscar como locos las palabras específicas para alegrar, entristecer o poner furioso a nuestro lector. Se puede decir que el enviar cartas es una actividad tan vieja como la escritura pues se trata de un mensaje no hablado entre dos personas cuyo contenido tiende a ser confidencial; claro que también existen cartas públicas o semiprivadas.
Lo más probable es que en muchas culturas de la antigüedad se escribieran mensajes escritos aunque por la acción degradante del tiempo y del hombre muchos de estos se han perdido. Esto nos ha privado de conocer detalles íntimos que revelen formas de vida y de conocimiento más profundos, alejados de la historia contada a grandes rasgos. Es tal la importancia de las cartas que algunas de ellas como las Epístolas de Horacio o las de Pablo en el Nuevo Testamento son referencia para entender varios aspectos de la cultura occidental. El género epistolar posee reglas que oscilan entre el protocolo y la estética, aspectos que ninguna carta estimulante desprecia y que ofrecen una lectura por demás atrayente.

Alfonso Reyes rescata la afirmación de Helánico, quien señala que el género epistolar parte de la hija de Ciro,:la Reina Atosa, esposa de Cambises y posteriormente de Darío. Aunque este dato es reflejo más de la necesidad de un origen que de una investigación nos permite visualizar el largo recorrido que tienen las cartas, pues aunque el hombre desarrolló tecnologías para simplificar sus actividades, el papel y la tinta serían por mucho tiempo siendo la mejor forma de mandar mensajes privados. Lo electrónico ha permitido una comunicación más rápida y variada, podemos saber de nuestros seres queridos apretando un botón o recibir alguna notificación en minutos y no esperar a que el cartero llegue y deposite el tan ansiado sobre en nuestro buzón. Pero aunque parezca una actividad anacrónica, el escribir cartas todavía tiene muchos practicantes que sufren y gozan entre el estilo y las pasiones.

¿Se imagina que hubiera sucedido si muchos autores de cartas famosas hubieran tenido a la mano una computadora con conexión a internet? Al ser el género epistolar el más afectado por los cambios tecnológicos - y recordando que según McLuhan el medio es el mensaje- es probable que muchos escritos no fueran los que conocemos. ¿Qué tal si muchos autores hubieran vivido en la era del teléfono celular, el blog y el e- mail? Dejémonos seducir por las posibilidades y las imaginerías.
Plinio el Joven narró en dos cartas la muerte de su tío, Plinio el Viejo durante la erupción del Vesubio en el año 79. En ellas describe un verdadero infierno de cenizas, gemidos de mujeres y gritos de hombres. Las cartas van dirigidas a Tácito, el famoso historiador romano, quien tiene un interés histórico pero también quiere resaltar la labor del Plinio el Viejo. Si viviera ahora, Tácito probablemente primero vería en la tele todo el despliegue de organizaciones para ayudar a los damnificados, después leería en los periódicos las crudas crónicas y vería las crueles fotografías. Quizá colaboraría haciendo una llamada y donando una cantidad baja de dinero. Pensaría en un homenaje póstumo para Plinio el Viejo por su labor académica y quizá al último llamaría a Plinio el Joven, o le enviaría un mensaje para darle el pésame y hacer una cita para la entrevista. Quizá la carta no hubiera existido.

Si san Pablo se hubiera querido comunicar con los Corintios pudo haber tomado un autobús- el apóstol gustaba de no ser ostentoso- y hablarles en persona.
Pero si las persecuciones se lo hubieran impedido bien hubiera hecho una video-llamada. Cuando le escribe a Timoteo bastaba un e- mail: saulo_tarso@hotmail.com a timoteo@yahoo.com .
Horacio escribió la Epístola a los Pisones, la cual era un tratado de poética donde se aconsejaba sobre la creación del buen arte. Quizá no imaginó que era más sencillo abrir un foro en la red o en todo caso un blog. Eso sí, sacrificando gran parte de la riqueza poética de su texto.

Voltaire de plano se hubiera hecho adicto al facebook o al hi5. Qué lujo tener a toda la corte de Francia dejándole comentarios y teniendo como amigos a Federico II y Madame Pompadour. Podría subir las fotos de sus viajes a Inglaterra y llenarlas de comentarios sobre los cuáqueros o el Canciller Bacon . Albert Camus pudo telefonear a Monsieur Germain al recibir el Nobel de Literatura y agradecerle sus enseñanzas. Joyce pudo emplear un webcam en lugar de escribir cartas eróticas a su mujer, Abelardo debió haber contratado un plan para que entre él y Eloisa las llamadas fueran gratis, Cicerón se hubiera filmado para hacer en Youtube gala de su retórica y a Stevenson lo hubieran entrevistado en televisón para defender al padre Damien.
La novela de Choderlos de Laclos Las relaciones peligrosas sería un vil chismorreo en el Messenger. ¡Qué dilema el de Edgar Alla Poe y su cuento La carta robada! ¿Quién le creería esa historia teniendo a la mano un teléfono? ¿Cuántas cartas a 221B Baker Street no existirían? ¿Qué diría la carta de Don Quijote a Dulcinea?
Algunos cartas no pueden cambiar en su formato, como la del “Che” a sus hijos, la de Kafka a su padre o las de Vincent Van Gogh a su hermano Teo. Esto es bueno para cualquier lector como también lo es el que Voltaire no conociera el myspace ni Allan Poe el e-mail. Así leemos más cartas y empezamos a escribirlas y quizá alguna enriquezca a un lector curioso de la correspondencia ajena.


Bueno, sólo un poco de imaginería ¡Bastaba más!

miércoles, 29 de julio de 2009

Espina de la batalla

Al entrar a mi habitación se puede ver un pequeño librero con decorados muy gastados cuyo estante superior se está venciendo. Pero más allá de las varias revistas y libros que contiene, destaca lo que hay sobre él: una réplica barata de una katana japonesa con la saya despintada y quebrada en algunas partes.

Dicho sable es un regalo que me hice en mi pasado cumpleaños puesto que sabía que nadie iba a regalarme algo así. A la expresión de mi madre -al verme empuñar tan peculiar objeto- llena de extrañeza le siguió la obligada pregunta sobre cuánto me había costado ese gasto “inútil”
No está de más mencionar que mis conocimientos prácticos de kenjutsu son nulos; en cuanto a los teóricos tampoco son prominentes, pero la lectura de Miyamoto Musashi me ha dejado varias nociones nada despreciables.

Pero ¿cuál era el objeto de tener una Katana en mi habitación? Al final de cuentas se trata de de un arma peligrosa ( por más que sea una imitación) y este mundo lo que menos necesita son jóvenes con cuchillotes bastante amenazadores. Al igual que a muchas personas me consterné por casos como los de “el asesino de la katana” en Murcia o el asesino de Akihabara, por no mencionar las masacres perpetradas por muchachos volátiles con armas de fuego.

Simplemente me gustan las espadas. Me gustan porque son armas elegantes y artesanales y si un guerrero debiera llevar armas, la espada es la primera opción: temible y honorable. Ya que no pude adquirir fácilmente una spatha medieval o una gladius romana –ambas bellas e históricas- tuve que optar por una opción accesible y popular, sin tomar en cuanta, claro está, los también envidiables sables de luz de Star Wars.

Otro aspecto por el que me gustan las espadas es por la rica mitología y simbología que parece destellar en sus hojas. Sin hacer distinción entre los distintos tipos que existen ( sables, floretes, cimitarras, etc) todas son signos no sólo de guerra, también representan virtud, bravura y justicia. Una espada separa el bien y el mal, puede ser destructora y creadora, son relámpagos que traen luz otorgando sabiduría y purificación. La espada de Vishnú es de fuego, símbolo del conocimiento, lista para probar a los que se lo merecen; mientras que en el Apocalipsis una espada sale de la boca del Verbo, dejando en claro que la palabra de Cristo es mortífera. Incluso en China el trigrama Li que corresponde al sol también se refiere a la centella y a la espada.

El arma muchas veces escoge a su portador -como Excalibur a Arturo- siendo eje de la historia como en la representación escita del mundo siendo esta una montaña en cuya cima hay una espada clavada. También es interesante el registro de espadas famosas tanto en la ficción como en la historia: la ya mencionada Excalibur, la Colada y Tizona de el Cid, Arendigh perteneciente a Lancelot, Hrunting de Beowulf o Dardo , Glamdring y Narsil, armas de Frodo, Gandalf e Isildur en El Señor de los Anillos.

El mirar la hoja, degustar la empuñadura y palpar la vaina nos hace recordar a los tres famosos mosqueteros, a Edmundo Dantés, a Beatrix Kiddo , a la pelea entre Anakin y Obi- Wan. Y es que a pesar del avasallador avance tecnológico en cuestiones militares y armamentísticas, la espada sigue siendo espejo del temple y de la fuerza que va desde las primitivas Xifos, usadas por los mirmidones, hasta las complejas zanpakutōs, espadas literalmente espirituales de la serie nipona Bleach.

Me quedo con las metáforas o kenningar referidas a la espada incluidas en los poemas escandinavos: hielo de la pelea, fuego de yelmos, roedor de yelmos, espina de la batalla, remo de la sangre, lobo de las heridas, rama de las heridas.

jueves, 14 de mayo de 2009

Blau-grana al vent, un crit valent.


Porque, después de muchos años en que el mundo me ha permitido varias experiencias, lo que más sé, a la larga, acerca de la moral y de las obligaciones de los hombres se lo debo al futbol.
Albert Camus

Es un gesto snob empezar con una frase de Camus un texto en donde pretendo expresar mi gustó por el futbol. Un pueril intento de justificación. Pero no importa, pues aunque escritor el francés no hubiera sido jugador y aficionado, estoy seguro que mi afición no decaería. Me agrada el ritual de jugarlo: calzarse los zapatos, las calcetas, atesorar la pequeña emoción latente antes del silbatazo inicial, vibrar con el gol o sufrir el enojo de la derrota. También me gusta mirar los partidos, (ya sea en tele, en el estadio o en el llano) y ver el juego como una coreografía imperfecta o un ballet arrojado al azar cuyo centro dramático es un pobre balón. Por tal motivo cuando uno encuentra a una persona ajena al gusto futbolero es una proeza convencerla de la validez de tan bello deporte. Uno recurre a argumentos válidos como al paralelismo que existe entre una batalla y un partido, lo interesante que resultan culturalmente ciertas rivalidades como la del Milán- Inter o Ajax-Feyenoord, o al muy desesperado pero no por eso mentiroso enunciado de que el futbol puede ser arte; y aunque no es viable comparar a Stravisnky con la Alemania del 74, a Dalí con el Ajax de Cruyft, o a Neruda con el Brasil de Pelé , el aficionado que guste de la música del ruso, la pintura del español o de la poesía del chileno encontrará similitudes fácilmente.
German Dehesa señala que siempre existe algún ser académico o personaje pretencioso que dice asistir a futbol para estudiar las relaciones entre masa y poder o entre medios electrónicos y enajenación colectiva, y luego está en el estadio gritándole ¡uleero! al árbitro al igual que toda la “enajenada colectividad”. Nunca faltan voces que se sienten superiores y gritan ¡Pan y circo! al observar a las leales aficiones, las grandes porras o los cánticos. Es normal y perfectamente válido que a alguien no le guste el futbol, pero no es necesaria la elevación innecesaria que desprecia. Al final de cuentas los aficionados tenemos placeres que ellos no conocen: un pase milimétrico, un filoso tiro al ángulo, un regate digno de estudiarse por quiroprácticos, estampas cuya estética está basada en la fugacidad. Este goce por el juego está más vivo que nunca con la próxima final de la Champions. De los equipos ingleses tengo apego por el Manchester United pero he de decir que en esta final voy con todas por el Barcelona. Este partido, aún antes de que se lleve a cabo, nos demuestra que el que ha ganado es el futbol. Una victoria sobre la fuerza mecanicista, sobre los planteamientos temerosos y sobre el aburrimiento.
Una querida amiga tiene por consiga señalar que contra la eternidad se impone la belleza del instante y este Barcelona es una artista cuyos trazos en el césped traen victorias sobre la maquinaria calculadora de la especulación.
Eduardo Galeano menciona que “la historia del futbol es un triste viaje del placer al deber” El balompié “se ha hecho industria, ha sido desterrada la belleza que nace de la alegría de jugar porque sí”

No vi al Barça de Cruyft, ni al de Maradona o al famoso Dream Team campeón de Europa, pero muchos comentaristas que sí gozaron de esos equipos coinciden en que el equipo culé de esta temporada juega mejor que esos conjuntos míticos. Y es que de mitos se compone este deporte. Por ejemplo: Juan Villoro dice de Josep Guardiola, actual D.T. del Barcelona, que entró al equipo “como a una prolongación del barrio” “Pep” debutó como jugador en 1990 bajo el mando de Cruyft con el número 4 en la espalda. Su primer ídolo fue Michel Platini, otrora estrella de la Juventus y actual presidente de la UEFA. Curiosamente el francés podría entregarle la copa el próximo 27 de mayo.
Guardiola se convirtió con los años en el líder blau-grana. Un futbolista ejemplar, sin escándalos relacionados con alcohol y mujeres, portador del gafete de capitán y consciente de llevar una responsabilidad no solo futbolística sino de representar a un pueblo que siempre quiere ganar. Villoro añade otra virtud curiosa: “afecto al cine y a la lectura, está condenado a un equívoco esencial: los escritores quieren hablar con él de futbol y él quiere hablar con ellos de libros”
Ya consagrado, Guardiola entregó el trofeo de campeón a un pequeño jugador de las inferiores del Barcelona: Andres Iniesta. ¿Quién iba pensar que ese niño, años después, anotaría un gol que callaba todo Stamford Bridge y le daba el pase a “Pep” a su primera final de Champions como entrenador.? Cabe mencionar que de pequeño Iniesta siempre tuvo la foto de su ídolo sobre su cama: Josep Guadiola.
Por eso todo el Barcelona parece venir del barrio, por eso sus tres delanteros titulares tienen más de 20 goles cada uno, por eso todo el equipo tiene más de cien anotaciones en conjunto. Un equipo formado por hombres venidos de Camerún, Argentina, Brasil, México, Francia, Mali, España e Islandia, que se une en un lenguaje creado entre la elegancia y el sudor. Ya ganó la Copa del Rey, La Liga está prácticamente en sus manos y pase lo que pase en la Champions para mi será el mejor del mundo, porque con este equipo y su juego que vengan cuantos detractores el futbol existan, al fin nosotros sabemos de placeres que ellos no conocen.

sábado, 2 de mayo de 2009

Pánico e Influenza


Ante el "ataque" de la Influenza en su versión porcina, y el paro escolar y laboral que ha tríado a su paso, se dejan escuhar otra vez las voces que revelan una macabra historia de conspiración. Se manejan teorías de todo tipo: un plan maquiavélico para reducir la población, un complot por parte de las empresas farmaceúticas junto con los Estados Unidos para recuperarse de la crisis o el intento desesperado del gobierno mexicano por desviar la atención de asuntos hasta hace una semana y media considerados primordiales.
Estas reacciones son lógicas ante la desinformación palpable que caracteriza a los cortes informativos y a los noticiarios mas seguidos del país. Todos saben a cuales me refiero. Curiosamente esta situación se aplica solo para la televisión, pues incluso programas radiofónicos de estaciones ligadas a los grupos que manejan las televisoras, brindan a sus escuchas más datos y por lo tanto más posibles respuestas.
Tanto Alatorre como López Doriga ven precidas sus respectivas apariciones por cortinillas llenas de suspenso chato, música falsamente alarmante, niños y mujeres con tapabocas, ambulancias con la sirena a tope.....en fin, crean inseguridad; y cinco minutos despúes dicen que todo va bien, que los mexicanos hemos salido de peores, que somos un pueblo luchador etc, etc, etc.
La Internet ha permitido ahondar en la información desde la consulta de diarios internacionales, revistas electrónicas, foros de discusión y la proliferación de "cadenas" en donde se aborda el tema desde la poca confianza en los medios, se insta a pensar por uno mismo o se dan a conocer hípótesis descabelladas.
Nuestra mente moderna (o si quieren posmoderna) observa la falta de lógica en los datos brindados por la autoridad - cosa por demás razonable- pero observa también la perfecta sincronía en conclusiones vagas: crisis económica más visita de Obama a México : Influenza.
Sostengo que el ciudadano promedio ( grupo al cual pertenezco y del cual no pretendo salir) ve su vida afectada por gobiernos, los cuales son afectados por la decisión de un reducido grupo de personas. Esto no es nuevo, claro, solo hay que recordar a Nerón o a los dictadores africanos; pero el simple hecho de asignar culpabilidades a los de arriba es tan insano como negar las malas acciones de un gobierno ¿Por qué? Impide soluciones, impide respuestas,es como la mosca que culpaba de todo al matamoscas y se mató al estrellarse contra la ventana.
Este imaginario es característico de las ficciones que nos han acompañado desde finales de la Segunda Guerra mundial. Una película como Exterminio nos provoca incertidumbre en matizes sangrientos, un libro como !984 nos brinda temor y conciencia: ambos os dejan ver las amenanzas que lleva el poder y la conciencia del poder mismo.
Enfermedades que pueden calificarse de nuevas ( la hepatitis C, el sida o el Ébola)son señaladas como experimentos de laboratorio fuera de control, métodos para mantener a raya a la población o conjuras de la CIA para acabar con problemas en Sudamérica o Asia. Tales acusaciones crean disputas culturales y divisón de grupos sociales. Andreu Domingo señala que tras la crisis económica de los sesenta se volvieron a tratar los temas de la eugenesia, la epidemia y la composición de la población ya sea deacuerdo a clase o a etnia, lo cual dió paso a la teoría conspirativa de la propagación de la epidemia.
Es dificil dilucidar la verdad y aunque acepto que algunos paranoicos resultan ser las personas mas lógicas del mundo no creo que la resolución del problema vaya por ese rumbo. Me han llegado varios correos indicando que la información adecuada es el mejor método de prevención y supremo aliviante de temores. Creo lo mismo, estamos atados a la corrupción pero ni esta tiene influencia sobre la influenza. Chequén el reportaje en Reporte Índigo, el cual un buen amigo hizo el favor de mandarme

viernes, 13 de marzo de 2009

La fortuna en un cartòn




La ficciòn puede transplantar cosas de los universos imaginarios a la realidad. Las ganas de viajar, de amar o incluso de leer pueden tener origen en Swift, Goethe o Cervantes. Mi lectura de Una partida de ajedrez de Stefan Zweig me dejò tres certezas: serìa fabuloso jugar como el doctor B., no serìa tan fabuloso adoptar su patologìa por el tablero y (de la que estoy mas convencido) de que soy un muy malo jugador de ajedrez.
En El Jugador, Dovstoievsky muestra un factor que es ajeno al ajedrez pero afecta en cierta forma a todo el universo: el azar. La ruleta se convierte en la misma espada con la que el doctor B. hace frente a la realidad y en la que al igual que Aleksei pasea su mente.
Juego, medio y fin. La lucha entre reyes, caballos y alfiles carece de la incertidumbre regalada por la fortuna, esa cosa con la que algunos griegos se quebraban la cabeza y por la cual algunos se quiebran la vida. Se ha señalado que el ajedrez es el juego mas ignominioso. La victoria no deja espacio a la humildad, la derrota carece de honor. No existen excusas en el ajedrez, en este juego no se pueden mencionar que las cartas formaban una pèsima mano o que los dados no van con uno. Dado mi gusto por la baraja he de decir que existe otro factor curioso que marca una diferencia entre los juegos de cartas y el ajedrez. Un tablero limpio, con piezas pulcras y ordenadas es una perfecta alegorìa de cosmos: orden por rangos, colores y tamaños. Todo es simètrico y bello pero para que el juego se desarrolle, para que cumpla su propòsito debe romperse ese esquema. Entonces los peones mueren, los caballos saltan, las damas matan y el rey en su lento movimiento se desplaza sobriamente por el terreno.Se necesita hacer caos del orden. La baraja por su parte cumple con condiciones contrarias: hay construir el mejor juego. Se puede partir de un dos de corazones y un nueve de trèboles para ganar. De un completo revoltijo se puede obtener un bello juego tanto en su valor como a la vista ¡que hermoso paisaje forman cuatro ases en fila! Pero para que esto suceda necesitamos suerte y sabiendo lo caprichosa que resulta esta, muchas veces nos servimos de un joker para ganar. Este comodìn es simbolo de la transgresion y al mismo tiempo es necesario para formar un orden. Tenemos que solucionar el caos.
Doliente es la escena de la Traviata en donde Alfredo se ufana de su triunfo en la ruleta ante Violeta. Se enorgullece de su victoria y al mismo tiempo se lamenta por su suerte.

sábado, 14 de febrero de 2009

De como la noche carcome y el sol hace que ardan esas heridas

La metafóra del fuego purificador és quizá la que mas me gusta. Desde Heráclito hasta el Napalm, pasando por los Evangelios y el Fenix. Y quizá también sea una de las mas reales.
Cuando uno se quema levemente, el dolor que siente es constante pero (mas allá de piromanías) la piel adquiere una textura mas agradable y un color mas vivo. Pero si uno sufre quemaduras graves puede ser testigo de como su cuerpo se carcome igual que el unicel. 14 de Febrero. 2:30 de la mañana. No tendría que estar escribiendo, mas bién debería dormir y dejar de pensar en atolladeros. Mas bién dejar de estar pensando como si estuviera en un atolladero. En unas horas millones de consumidores, los cuales también son amantes, festejarán el día mas ocioso del año, una y otra vez la dinámica es la misma y no la podemos detener. La gente celebra el amor como si fuera propietaria de él, como si de alguna forma lo conociera en epifanías chocolatosas y globeras. Muchos más se quejaran por no poder celebrar como se manda. Es extraña la visión del amor...es aún mas extraña que la misma palabra. De forma grata el día 15 volveremos a nuestro odio cotidiano, y no digo esto por ser partidario de disputas y peleas. Creo que una mejor visión de lo despreciables y odiosos que podemos llegar a ser sirve mas para hacernos reaccionar y levantar la cabeza. Mejor que toda la parafernalia que disfraza nuestros defectos por un rato. En fin, son las 2:38 de la madrugada...mejor si me voy a dormir. Espero un buen sol

viernes, 30 de enero de 2009

Barack, Freud y las nuevas apuestas



Desgraciadamente no fui ajeno a la euforia que el nuevo presidente estadounidense ha provocado desde su fastuosa toma de posesión. Un aplauso al equipo de transición de Obama por organizar un evento notoriamente pragmático en cuanto a imagen pública, en cuanto a política y al mismo remover aún en la mente más escéptica esa piedra en el hígado que es la esperanza. Renovación de los anhelos de igualdad de mitad del siglo pasado, remembranza de Kennedy y Luther King, un plausible cierre de Guantánamo, en fin, detalles y detalles que hacen pensar que existen soluciones a lo que Mr Bush ayudó a dejar.
Tanto deja la imagen del presidente negro que cuando a uno se le pasa la euforia también le viene un sentimiento de negrura (sin sarcasmo). Porque el buen Barack tiene poder, muchísimo, pero su voluntad no sirve en un mundo que le sonríe como le sonrió en su toma de posesión. Una sonrisa esperanzadora únicamente en el trabajo del otro, en la obra de alguien que por si solo no puede solucionar Cuba, Irán, Afganistán, Irak, Gaza, , Corea del Norte, Ucrania, miles de pueblos africanos, narcomasacres en su vecino del sur, Nicaragua; o que simplemente representa la venganza de los negros sobre los abusos blancos de mucho tiempo atrás. Ese tipo de sonrisas no van a lograr nada y Barack lo sabe y por eso instó a todos a colaborar y quizá por eso Fidel le dijo a Cristina que ese afroamericano yankee parecía una persona sincera.

Fernando Solana Olivares en su Elitismo para todos( Milenio 16/ene/09) sostiene que el psicoanálisis es uno de los constructores de la modernidad y aún teniendo detractores al por mayor – menciona a Guénon, a Borges y a Kraus- la maquinaria que Freud echó a andar no ha perdido fuerza. Solana Olivares se pone del lado de Guénon señalando que existe una alineación moderna y un proliferación “del individuo cuyo egoísmo será idéntico al de los otros aunque él se conciba a sí mismo del todo único y singular..” y gran parte de esto se debe a que el psicoanálisis hizo voltear a nosotros mismos de forma equivocada, tratando de sacar con desvaríos nuestros desvaríos propios. Fernando concluye en que “existe una resonancia directa entre el capitalismo consumista y el psicoanálisis freudiano, al modo de juego de espejos donde lo que surge en uno simplemente refleja lo que en el otro ya surgió”
Por tal razón no es de extrañar esta crisis económica, si nuestro dinero está fundado en los anhelos del ocio y nuestra voluntad en el próximo fin de semana, mientras tanto esperamos que el “negrito” arregle todo para pasarla “súper”. Pasividad ingrata que deja rastros crueles. Que venga Aretha y canté, que venga Warren y predique, que venga Obama y trabaje, pero mejor que venga el compromiso por pequeño que sea. Si este se ausenta, mejor que se vayan Aretha, Warren y Obama porque solo agacharemos la cabeza. Apuesto por que eso no pase.





lunes, 19 de enero de 2009

Con la rabia bien puesta



Se derrama sangre como si la globalización también se tratara de matanzas. Quizá las utopías tenían cabida porque no existía la televisión, ni la radio, ni la internet; y no sabíamos de las rojas realidades que tambien cercan a otros pueblos. Israel está matando lo que le queda de judio a su población. Una historia de terror, perseverancia y extraños sucesos se está echando a la borda gracias a los bombardeos que se justifican como un discurso casablanquero: guerra al terrorismo.
No quiero meterme a definir lo que significa esta expresión, pero estoy seguro de que muchos inocentes de Gaza saben en estos momentos lo que es el terror.

Plácidamente podría sentarme en mi cama a pensar que la tranquilidad que poseo se debe a que la violencia está en otros lugares o le sucede a personas capaces de meterse en los caminos donde transitan las balas y piensan que las cabezas cortadas son signos viables. Podría comenzar mi lectura aplazada de Ivanhoe, ver algún partido en ESPN (siempre hay) o simplemente jetearme. Pero no. La cercanía de la violencia nos ha golpeado a todos, ninguno se salva. Las ejecuciones de rutina son nuestro testamento y la vileza del espéctaculo mediático nuestro espejo, un cristal lúcido. Me pregunto para qué nos sirve la poesía, el cine, el futbol, las buenas novelas, el saxofón, el rock, el honor, el olor de una mujer, la sinceridad de los amigos, el whisky, el tequila, la cerveza, el abrazo de mis padres, las buenas calificaciones, una canción de los Beatles, un viento poderoso. De que nos sirve si un buen día, un hombre puede mostrarnos su cuerno de chivo con inscrustaciones de diamantes y lanzarnos una ráfaga como si fuera una pelota: ¡Cáchala mi cuate!
Entonces voy al ropero y me pongo el saco de la rabia, esa prenda que se usa cuando hay desaparecidos y llantos de padres sobre cuerpos ensangrentados de cinco años. Nos queda la verguenza, Dios y la rabia. A veces ni la verguenza.

domingo, 4 de enero de 2009

New year´s beer

El año nuevo permite que salga a la luz una tradición conocida por recordarnos la indisciplina en la que curiosamente somos constantes, una tradición que se nutre en el incumplimiento y está alimentada en nuestros deseos, que si no son los más necesarios por lo menos si los más urgentes. Hacer propósitos es un deporte que se gana en solitario y se pierde en dobles o en equipo. Para bajar de peso se necesita una báscula y un espejo, para subirlo un montón de fiestas y amistades de grasas saturadas. Hay quien tiene por propósito casarse y por obviedad se necesita que otro comparta dicho propósito o que algún incauto se deje persuadir por alguien cuyas suplicas, cuyo deseo cae en la desesperación (sólo así me explico a san Antonio de cabeza). El propósito no tiene límite, su descripción normal resulta ser infinita y extraordinaria. Puede ir desde terminar con traspiés la preparatoria a calificar al mundial, ser Licenciado, matar israelíes, matar palestinos, matar palestinos e iraquís, matar americanos que matan iraquís y palestinos y afganos, cruzar la frontera para trabajar, cruzar la frontera para turistear, terminar de hacer un negocio, etc, etc, etc.

Hay un propósito que no es exclusivo de los fines de año e incluso tiene más potencia en muchas otras festividades: el dejar de tomar, chupar, beber, ingerir alcohol, empedarse, ponerse hasta las chanclas, embriagarse……. Propósito hecho muchas veces al momento de una resaca infernal, donde la cabeza sufriente parece trinchera en un desierto. Quizá también se haga porque algún desdichado sufre de hepatitis, cirrosis o su coordinación motora esta rezagada o quizá algún accidente marcado, por el regalo de Baco, los ha marcado.
Ventajas debe de tener el dejar de tomar. Si uno es un borracho incontrolable ya no despachará vergüenzas y quizá su reputación se aligere, si uno es borracho violento dejará de repartir golpes y lo que es mejor de recibirlos y después no preguntarse de donde salieron los moretones o porque la camisa está manchada de sangre. Respecto a la salud del hacedor de propósitos no podemos estar seguros. Quizá su cuerpo ya no se vea intoxicado pero quizá se haga débil. No lo digo porque el alcohol de fuerza o sea un nutriente poderoso pero la vivacidad que otorgan unas copas nos hace entender la Valhala. Ignoro también si la disminución neuronal los hará unos idiotas o hará relucir al ser brillante. Lo menciono porque es típica la justificación que dice que al alcohol expande la creatividad y eleva el genio y se nombran diversos nombres. Si bien es cierto que sin un empujoncito etílico las obras de Fitzgerald, Hemingway, Huxley o Elizondo carecerían de un matiz revelador, no puedo ignorar la repugnancia que me provoca el teporocho que se la pasa mentando madres y del cual uno se aleja rápidamente. Sé que no es lo mismo, pero los tiros al aire por algún festejo y la bala del asesino más cruel pueden salir de la misma pistola. Es difícil evitar el sabor del brandy…pero lo que tomamos ¿es realmente brandy? ¿Tomamos realmente whisky? Lo pregunto por las cantidades exorbitantes de litros que se producen y si algo es admirable de la buena bebida es el cuidado con el que se fabrica. Espero que la era postindustrial no nos esté dando prealcohol. Creo que mi esperanza es fatua y las corporaciones despiadadas. Creo que a Faulkner nunca le dolió la cabeza como me está doliendo ahora. Las mal ponderadas micheladas son una opción viable para no hacer un propósito.